El lazo rojo fue creado por el grupo Visual AIDS en Nueva York en 1991. Hoy, es el símbolo internacional de la toma de conciencia sobre el VIH/SIDA. Cada vez lo llevan más personas en todo el mundo para demostrar su solidaridad y apoyo a los afectados por el VIH, a los enfermos, a los que han fallecido y a los que se preocupan por alguien que sufre la enfermedad. En 1996 el Programa Mundial de Naciones Unidad para el VIH/SIDA (ONUSIDA) lo incorporó de manera oficial a su logotipo.
Un azote mundial como el SIDA, requiere por supuesto, una acción humanitaria mancomunada en su contra. Esta solidaridad, de hecho ya existente y desarrollada por múltiples organizaciones, tenía que complementarse con algo que sirviera como símbolo internacional; así surgió el lazo rojo, un emblema de apoyo y esperanza para quienes han sido golpeados por esta enfermedad. No es un símbolo exclusivamente homosexual, aunque en un primer momento fuera usado por gays y lesbianas como señal de confraternidad con los afectados de VIH/SIDA. También su presencia era un signo de visibilidad de la enfermedad y de esa manera cualquier persona infectada era señalada y apartada, además de condenada a permanecer oculta.El rojo es una clara alusión al color de la sangre, así como también una representación de la pasión.Desde el momento que se entregaron los premios Tony en 1991, en especial por el actor Jeremy Irons, el lazo rojo se popularizó enormemente. En la actualidad no hay personalidad famosa que se precie de tal, que no lleve el lacito en la solapa de la chaqueta o en algún lugar del vestido. Lamentablemente, en muchos casos se lo utiliza como un mero elemento decorativo exterior, por medio del cual la persona se propone causar "buena impresión". Un incidente que motivó el repudio de mucha gente que siempre vió en ese símbolo el verdadero homenaje a todas las víctimas de este mal, fue protagonizado por la entonces primera dama estadounidense Bárbara Bush. Ella tenía puesto el lacito y se hallaba sentada a la espera de que su esposo pronunciase su discurso junto a ella. Llegado ese momento, discreta (pero visiblemente) se despojó del lazo...
Es un símbolo especialmente representativo para las nuevas generaciones. Con él se intenta concientizar a la sociedad de la necesidad de invertir más esfuerzos y dinero en las investigaciones destinadas a su cura, así como por supuesto, expresar solidaridad con los enfermos, frecuentemente rechazados por la ignorancia y el prejuicio de buena parte de la sociedad. Todos los años el 1 de diciembre se celebra el Día Mundial del SIDA. La humanidad entera está a la espera de que un venturoso día se logre su cura. A partir de entonces, probablemente este día se celebre como acto recordatorio y tal vez ya no se experimente la necesidad de usar ese símbolo.
Si te piden que lleves un lazo rojo, es porque es un símbolo de esperanza, de que la búsqueda de una vacuna y cura tenga éxito y que la calidad de vida mejore para aquéllos que viven con el virus. Todo el mundo puede llevar un lazo rojo y lo puede hacer cualquier día del año. Llevar un lazo rojo puede ser el primer paso para mostrar que te interesas y te preocupas por la suerte de los demás y de tu familia. El siguiente paso será informarte.
Un azote mundial como el SIDA, requiere por supuesto, una acción humanitaria mancomunada en su contra. Esta solidaridad, de hecho ya existente y desarrollada por múltiples organizaciones, tenía que complementarse con algo que sirviera como símbolo internacional; así surgió el lazo rojo, un emblema de apoyo y esperanza para quienes han sido golpeados por esta enfermedad. No es un símbolo exclusivamente homosexual, aunque en un primer momento fuera usado por gays y lesbianas como señal de confraternidad con los afectados de VIH/SIDA. También su presencia era un signo de visibilidad de la enfermedad y de esa manera cualquier persona infectada era señalada y apartada, además de condenada a permanecer oculta.El rojo es una clara alusión al color de la sangre, así como también una representación de la pasión.Desde el momento que se entregaron los premios Tony en 1991, en especial por el actor Jeremy Irons, el lazo rojo se popularizó enormemente. En la actualidad no hay personalidad famosa que se precie de tal, que no lleve el lacito en la solapa de la chaqueta o en algún lugar del vestido. Lamentablemente, en muchos casos se lo utiliza como un mero elemento decorativo exterior, por medio del cual la persona se propone causar "buena impresión". Un incidente que motivó el repudio de mucha gente que siempre vió en ese símbolo el verdadero homenaje a todas las víctimas de este mal, fue protagonizado por la entonces primera dama estadounidense Bárbara Bush. Ella tenía puesto el lacito y se hallaba sentada a la espera de que su esposo pronunciase su discurso junto a ella. Llegado ese momento, discreta (pero visiblemente) se despojó del lazo...
Es un símbolo especialmente representativo para las nuevas generaciones. Con él se intenta concientizar a la sociedad de la necesidad de invertir más esfuerzos y dinero en las investigaciones destinadas a su cura, así como por supuesto, expresar solidaridad con los enfermos, frecuentemente rechazados por la ignorancia y el prejuicio de buena parte de la sociedad. Todos los años el 1 de diciembre se celebra el Día Mundial del SIDA. La humanidad entera está a la espera de que un venturoso día se logre su cura. A partir de entonces, probablemente este día se celebre como acto recordatorio y tal vez ya no se experimente la necesidad de usar ese símbolo.
Si te piden que lleves un lazo rojo, es porque es un símbolo de esperanza, de que la búsqueda de una vacuna y cura tenga éxito y que la calidad de vida mejore para aquéllos que viven con el virus. Todo el mundo puede llevar un lazo rojo y lo puede hacer cualquier día del año. Llevar un lazo rojo puede ser el primer paso para mostrar que te interesas y te preocupas por la suerte de los demás y de tu familia. El siguiente paso será informarte.
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