Monique Wittig, poeta, militante y ensayista queer más influyente del último tercio del siglo XX. Sus obras L’Opoponax (1964), Les Guérrillères (1969) y El cuerpo lesbiano (1973) revolucionaron el feminismo y la escritura sobre el deseo. En El cuerpo lesbiano Wittig explicita el deseo lesbiano como nunca se había hecho hasta el momento, con un lenguaje que se desgarra violentamente y que muestra la propia descomposición de la subjetividad. En 1970 Wittig participa en la creación del primer grupo de lesbianas en Francia, Les gouines rouges (Las bolleras rojas). En su ensayo más radical, “The straight mind” (1980), Wittig subvierte la tradición del feminismo heterocentrado, y acuña la expresión que la hará famosa en el mundo entero: “las lesbianas no son mujeres”. En esta obra Wittig muestra que “la mujer” es una categoría política que surge en el marco de un discurso heterocentrado. El pensamiento de Wittig es uno de los pilares fundamentales de la teoría queer.
¿Qué significa esa palabra? “queer” es una respuesta. Una reacción de un sector de la población gay, lesbiana, transexual y transgénero de Estados Unidos ante el camino que había tomado el movimiento homosexual más influyente. A principios de los 90, ese frente más visible se había convertido en defensor de un status quo conservador. Parecía que el movimiento de liberación sexual lo constituían solamente hombres homosexuales, blancos, de clase media alta, sanos... Todos iguales. El resto (bolleras, maricas, drag kings, drag queens, sados, seropositivos, transexuales, no-blancos, etc.). Pero hubo gente que se hartó de esa situación y empezó a reunirse, a reflexionar sobre la lucha, la identidad y la diversidad. Y de ahí surgió el pensamiento queer.
¿Qué significa “queer”? En su sentido original, significa “raro” en inglés. Se usaba como un insulto contra aquellos que estaban relegados a los márgenes de la sexualidad dominante (como “bollera” o “marica”) pero ha sido reapropiado por quienes recibían ese insulto. Uno de los valores más importantes del término es no ser algo estanco, esencial. Sino estar en permanente evolución, como las personas. Y esa es, también, una de las ideas en las que están de acuerdo los que usan la teoría queer: la identidad no es una esencia sino un continuo.
Thomas Laqueur explica cómo hasta el siglo XVIII existía un sexo: el hombre; y una versión imperfecta: la mujer. Se consideraba que tenían los mismos órganos genitales, pero el ser imperfecto no los había sacado al exterior. ¿Sabían que, según la Intersex Society of North America, uno de cada 100 bebés no nace con los genitales “esperados”?. Y cuando eres un bebé ni siquiera tienes la posibilidad de elegir. Alguien con una bata blanca se encargará de que encajes. Como sea. hay que demostrar continuamente que somos hombres o mujeres en nuestro aspecto. Estamos construyendo nuestra identidad constantemente. Así pues, la teoría queer plantea que tanto el género como el sexo son una construcción, un planteamiento que está en permanente contestación. Lo importante es que la teoría queer ha tirado una bomba a diversos campos teóricos y eso está aportando un debate muy enriquecedor.
¿Y qué es la teoría “queer”? Queer, como herramienta teórica, es sinónimo de cuestionar, de no dar por hecho nada, ni siquiera la propia teoría queer; o no creer que hay una sola verdad, o que la identidad es algo compacto e inamovible. Es una forma de percibir la realidad, por eso se usa tanto en el mundo de los estudios literarios como en el de las ciencias sociales. A nivel militante, queer es estar abierto a la diversidad, a no esperar conductas normativas, A no definir el género de una persona en función de sus genitales, a cuestionar las jerarquías, el modo en que nos presentan el mundo, a visibilizar otras realidades… Cada uno saca su propia lectura.
¿Qué significa esa palabra? “queer” es una respuesta. Una reacción de un sector de la población gay, lesbiana, transexual y transgénero de Estados Unidos ante el camino que había tomado el movimiento homosexual más influyente. A principios de los 90, ese frente más visible se había convertido en defensor de un status quo conservador. Parecía que el movimiento de liberación sexual lo constituían solamente hombres homosexuales, blancos, de clase media alta, sanos... Todos iguales. El resto (bolleras, maricas, drag kings, drag queens, sados, seropositivos, transexuales, no-blancos, etc.). Pero hubo gente que se hartó de esa situación y empezó a reunirse, a reflexionar sobre la lucha, la identidad y la diversidad. Y de ahí surgió el pensamiento queer.
¿Qué significa “queer”? En su sentido original, significa “raro” en inglés. Se usaba como un insulto contra aquellos que estaban relegados a los márgenes de la sexualidad dominante (como “bollera” o “marica”) pero ha sido reapropiado por quienes recibían ese insulto. Uno de los valores más importantes del término es no ser algo estanco, esencial. Sino estar en permanente evolución, como las personas. Y esa es, también, una de las ideas en las que están de acuerdo los que usan la teoría queer: la identidad no es una esencia sino un continuo.
Thomas Laqueur explica cómo hasta el siglo XVIII existía un sexo: el hombre; y una versión imperfecta: la mujer. Se consideraba que tenían los mismos órganos genitales, pero el ser imperfecto no los había sacado al exterior. ¿Sabían que, según la Intersex Society of North America, uno de cada 100 bebés no nace con los genitales “esperados”?. Y cuando eres un bebé ni siquiera tienes la posibilidad de elegir. Alguien con una bata blanca se encargará de que encajes. Como sea. hay que demostrar continuamente que somos hombres o mujeres en nuestro aspecto. Estamos construyendo nuestra identidad constantemente. Así pues, la teoría queer plantea que tanto el género como el sexo son una construcción, un planteamiento que está en permanente contestación. Lo importante es que la teoría queer ha tirado una bomba a diversos campos teóricos y eso está aportando un debate muy enriquecedor.
¿Y qué es la teoría “queer”? Queer, como herramienta teórica, es sinónimo de cuestionar, de no dar por hecho nada, ni siquiera la propia teoría queer; o no creer que hay una sola verdad, o que la identidad es algo compacto e inamovible. Es una forma de percibir la realidad, por eso se usa tanto en el mundo de los estudios literarios como en el de las ciencias sociales. A nivel militante, queer es estar abierto a la diversidad, a no esperar conductas normativas, A no definir el género de una persona en función de sus genitales, a cuestionar las jerarquías, el modo en que nos presentan el mundo, a visibilizar otras realidades… Cada uno saca su propia lectura.
Enviado por:
Arq. Mario Gutierrez
Enlace Red de diversidad sexual
Lic. Imara Largaespada
Directora General Grupo ARTEMISA
No hay comentarios:
Publicar un comentario
ANÍMATE,DÉJANOS TU COMENTARIO !!