viernes, 18 de junio de 2010

Personas mayores lesbianas, homosexuales (gays), bisexuales y transgénero

Personas mayores lesbianas, homosexuales (gays), bisexuales y transgénero
El número de ancianos y ancianas que son lesbianas, gays, bisexuales o transgénero se incrementará a medida que la población de personas mayores crezca en los próximos 30 años. Un reto fundamental para satisfacer sus necesidades es la investigación limitada sobre las personas mayores que son gays o lesbianas. Muy pocos estudios han examinado las experiencias de las personas mayores bisexuales y transgénero. Las investigaciones existentes sugieren que las personas mayores lesbianas, gays, bisexuales y transgénero (LGBT) están satisfechas con sus vidas. Las preocupaciones que manifiestan sobre el envejecimiento son a menudo las mismas que expresan otras personas mayores. La investigación destaca varios temas que son de particular importancia para las personas mayores LGBT.

Estigma

Los ancianos LGBT pueden verse frente a una discriminación basada en su edad y orientación sexual. En consecuencia, puede ser que no se sientan cómodos en organizaciones que sirven a las personas mayores o en las organizaciones comunitarias LGBT, y por tanto no podrían recibir los servicios útiles de estos grupos. La buena noticia es que la experiencia de décadas de confrontarse a la discriminación basada en la orientación sexual parece que ayuda a las personas mayores LGBT a sobrellevar la discriminación por edad.
Los estudios también sugieren que esta resistencia podría depender de la integración de la persona mayor en la comunidad LGBT, la cual varía grandemente. Por ejemplo, las personas mayores LGBT difieren en el grado en que han revelado su orientación sexual a la familia, amigos y proveedores de servicios sociales y de salud. Además, las diferencias generacionales ocurren entre las personas mayores LGBT, basándose grandemente en el cambio de actitudes de la sociedad frente a la homosexualidad. Es menos probable que las personas mayores LGBT se identifiquen como gays o lesbianas o que participen en las organizaciones comunitarias LGBT.

Apoyo Familiar y Social
La mayor parte de los estudios indican que las personas mayores LGBT expresan altos niveles de satisfacción con sus redes de apoyo social. Aunque muchas personas mayores LGBT tienen una relación estrecha con sus familias, algunas tienen menos apoyo de las familias que otras personas mayores. Esto puede ser el resultado de las tensiones que las familias experimentan cuando una persona LGBT revela su orientación sexual. En su lugar, muchas personas mayores LGBT dependen principalmente de sus parejas o amigos cercanos que les dan apoyo social. Desafortunadamente, la sociedad no siempre ha reconocido la importancia de estas “familias escogidas”.
Por ejemplo, una lesbiana anciana cuya pareja muere podría ser incapaz de encontrar un grupo de apoyo a los deudos donde pueda lamentarse abiertamente y hablar de su pérdida. Un hombre homosexual gravemente enfermo podría encontrar que sus amigos más cercanos están excluidos de participar en las decisiones sobre su cuidado. Las personas que brindan cuidados y que no son de la familia podrían no recibir el apoyo y la ayuda que a veces tienen los familiares.
Los ancianos gays o lesbianas tienen más probabilidades de vivir solas que el total de las personas mayores. Pudiera ser que necesiten atención especial porque las personas mayores que viven solas tienen más probabilidad de vivir en la pobreza, tener mala nutrición, sentirse deprimidos y eventualmente trasladarse a una residencia de ancianos.

Salud
Las personas mayores LGBT expresan su preocupación sobre el acceso a los cuidados de alta calidad. Algunos están poco dispuestos a revelar su orientación sexual a los proveedores de cuidados médicos por temor a ser discriminados o por preocupaciones acerca de la confidencialidad. Además, algunos proveedores de cuidados médicos hacen suposiciones sobre los riesgos de salud que enfrentan las personas LGBT y podrían proporcionar un cuidado inadecuado. Se debe señalar que la mayor parte de los programas públicos y privados de seguro de salud no aceptan que las parejas del mismo sexo reciban cobertura familiar.
Las personas LGBT también tienen mayores riesgos en algunos problemas de salud. Algunos estudios indican que las lesbianas tienden a fumar más que las mujeres heterosexuales, están con sobrepeso o abusan del alcohol. Los menores índices de embarazo durante la vida también afectan la salud a largo plazo de las lesbianas. La principal preocupación en salud asociada con hombres gays continúa siendo el SIDA. El número de personas mayores de todas las orientaciones sexuales con SIDA podría incrementarse en el futuro, en parte porque las personas con esa enfermedad están viviendo más debido a las mejoras en los tratamientos.

Vivienda

Al igual que otras personas mayores, las LGBT están interesadas en opciones de vivienda, como comunidades de retiro de cuidados continuos y edificios de apartamentos para personas mayores. Sin embargo, a veces encuentran actitudes homofóbicas entre los residentes y algunas residencias podrían excluirlos totalmente. Muchas personas mayores LGBT manifiestan interés en viviendas orientadas a gays, pero existen pocas de esas instalaciones.
Las personas de edad avanzada LGBT que viven en residencias de ancianos serían especialmente vulnerables si el personal de cuidado de la salud no es sensible a sus necesidades. Por ejemplo, las residencias de ancianos podrían no permitir a los residentes LGBT compartir un cuarto con su pareja, o recibirían un cuidado inferior a lo normal si son abiertos en cuanto a su orientación sexual.

Ingresos y empleo

Las parejas de ancianos gays o lesbianas, dado que no pueden casarse, no pueden recibir la pensión de viudedad y la mayor parte de los planes privados de pensiones. Además, si uno de ellos desea recibir propiedad como herencia, esto requiere una planificación cuidadosa de las propiedades. Por eso, la discapacidad o muerte de uno de ellos puede afectar la seguridad económica de la pareja sobreviviente.

En muchas maneras, la experiencia de envejecimiento para personas mayores lesbianas, gays, bisexuales y transgénero es casi la misma que la de sus coetáneos heterosexuales. Los continuos esfuerzos para mejorar la calidad de vida para las generaciones de mayores deberán mejorar también el bienestar de las personas mayores LGBT. Por lo tanto, es de vital importancia aprender más sobre los retos especiales de estas personas.

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